Francisco Beltrán Beltrán (Marzán, León, 11 de octubre de 1928-La Bañeza, León, 18 de septiembre de 2019). Cursó la carrera eclesiástica en el seminario de Astorga.

 Después de dos años en parroquias de la comarca de Omaña (León), donde creó aulas de formación de adultos y promovió el trabajo comunitario de los vecinos, se trasladó a Madrid, donde obtuvo la licenciatura en sociología en el Instituto León XIII, (Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Pontificia de Salamanca con sede en Madrid). Asimismo, se licenció en Derecho por la Universidad de Oviedo.

En Madrid entró en contacto con organizaciones nacionales  obreras de Acción Católica, teniendo estrecha relación con los fundadores de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón, y dirigió cursillos de iniciación y jornadas de formación para militantes y para dirigentes en varias diócesis de España.

Fue uno de los cinco clérigos jóvenes seleccionados por el cardenal Herrera Oria, en base a sus resultados en el Instituto León XIII, a los que preparaba “para liderar la Iglesia cuando llegara la democracia”. En esta época conoció al entonces obispo y después cardenal Vicente E. Tarancón, con quien tuvo amplios debates, cuyo resultado se plasmaba  después en las pastorales de Tarancón, donde afloraba el pensamiento de F. Beltrán aportado en los debates. (Pepe Álvarez de Paz (Ex Eurodiputado) ‘Nombres propios’, pág.174).

Diócesis de León y de Astorga

A partir de 1957, ejerce de profesor del seminario menor de León, coadjutor de la parroquia San Martín, consiliario de la HOACF (Hermandad Obrera de Acción Católica Femenina) y reorganizó los servicios asistenciales de Cáritas de León.

En 1961 pasó a la diócesis de Astorga y el obispo Marcelo González le encarga dirigir la acción pastoral y social en la comarca del Bierzo, nombrándole Provicario para esta comarca, así como Delegado Diocesano de Planeamiento y Obras Sociales.

Organizó Cáritas Interparroquial de Ponferrada, siendo alma mater de la nueva Ordenación Parroquial de esta ciudad, que continúa actualmente con eficaz funcionamiento, así como del fondo económico común de los sacerdotes de la misma, cuya experiencia ha sido modelo para el fondo sacerdotal a nivel diocesano.

En 1965 fue llamado a Madrid para trabajar en el Secretariado permanente de la Comisión Episcopal, con el fin de impulsar el Plan Nacional de Pastoral Social.

En 1967 volvió a la parroquia San Antonio, donde permaneció hasta su jubilación en el año 2004.

Movimientos sociales

Impulsó en Ponferrada y en las cuencas mineras del Bierzo las ramas especializadas obreras de Acción Católica: la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica)  y la JOC (Juventud Obrera Cristiana), cuya metodología, de sólida formación y compromiso (el método de encuesta y la Revisión de Vida), propició una auténtica escuela de líderes obreros cristianos, que serían elemento participativo y dinamizador en la implantación y el desarrollo de diversos movimientos sociales.

Potenció la metodología referida en las ramas adultas de la Acción Católica General (masculina y femenina) de Ponferrada, que influyó en la renovación de estas organizaciones, con una mayor concienciación y compromiso social. Con la misma metodología impulsó en el colectivo de profesionales de magisterio grupos de reflexión y militancia hoacista, que propiciaron la renovación educativa.

Docencia

Capítulo importante de su vida fue su actividad en el campo de la docencia, que simultaneó con la acción social antes referida y con la pastoral parroquial a partir de 1964, en los siguientes centros educativos de Ponferrada: profesor de religión en la Escuela de Formación Profesional “Virgen de la Encina” e Instituto Gil y Carrasco. Profesor del Seminario de Estudios Sociales para graduados sociales. Profesor numerario de Sociología y Psicología Social en la Escuela Universitaria de Magisterio del Profesorado de EGB.

En todo tiempo realizó una intensa actividad educativa, a través de encuentros, conferencias y asambleas, orientadas a despertar la conciencia social, el diálogo y el fomento de la participación libre y responsable en los colectivos sociales. Hasta el punto de que muchos de los beneficiados de sus enseñanzas no dudaban en afirmar: “Don Francisco Beltrán ha sido el hombre que nos enseñó a pensar”.

Otras facetas de su actividad social

Parroquia “San Antonio”

Ejerció como párroco (1964-2004) en la parroquia San Antonio (Ponferrada),  construyendo el nuevo templo y desarrollando una acción pastoral abierta y profundamente innovadora en consonancia con el espíritu del Concilio Vaticano II. Impulsó la participación amplia del laicado, a través de los grupos de seglares en las ramas juvenil y adulta de Acción Católica especializada, utilizando  la metodología de la Revisión de Vida, instrumento eficaz en la transformación personal del militante y de la sociedad.

Fue dechado de tolerancia y dignidad, propiciando el respeto, el diálogo y la cercanía, especialmente con los desfavorecidos de la sociedad y, por coherencia con sus ideas y principios, renunciando a una posición económicamente boyante y a puestos del más alto nivel en la carrera eclesiástica y en el mundo civil.